El BMW M3, en la generación actual, está disponible en todas las variantes de carrocería del Serie 3: berlina (E90), coupé (E92) o descapotable (E93). ¿En todas?
Efectivamente, no en todas, puesto que falta una, ya que la carrocería familiar Touring (E91) no tiene versión M3. ¿Y si queremos un BMW M3 Touring, combinando la deportividad de un BMW M con la mayor practicidad y funcionalidad de la carrocería familiar Touring?
Pocas opciones tendríamos en este caso: o nos conformamos con un 335i Touring y sus 306 CV sobrealimentados, o tendríamos que irnos a la competencia.
También quedaría una última opción, sólo apta para los más valientes: ¿quieres un BMW M3 Touring? Pues háztelo tú mismo.
Y precisamente con esta última opción, la del camino más difícil, se ha quedado el propietario de este reluciente BMW M3 E91 Touring, como ha contado en M3 Post. El coche de origen era un 318i Touring con pack M Sport, que gracias a un M3 E90 donante adquirió una nueva dimensión deportiva. El trabajo llevó su tiempo, en total unos 6 meses.
Para empezar, y sin demasiados problemas, se acopló el motor 4.0 V8 atmosférico del BMW M3 E90, sin más problemas, en el vano motor del 318i Touring, junto a la transmisión DKG de doble embrague del M3 original. Si lo más importante de un BMW M es su corazón en forma de motor, el primer paso ya estaba dado.
Las defensas fueron construidas a medida, aprovechando los pasos de rueda del M3 E90 y también numerosas partes ya existentes del 318i con pack M Sport.
Para asimilar de forma adecuada los 420 CV, se recurrió a suspensión KW v3, de tipo coilover, mientras que otras muchas partes sustituidas proceden del M3 E90 donante, como el escape, ejes de transmisión, frontal y ópticas o todo el interior completo del M3, asientos incluidos. Es decir, prácticamente se desnudó el E91 existente para poder sustituir todos los elementos por los del M3 E90.
Se respetó el techo panorámico del E91, con pequeños retoques, lo que le da un plus de atractivo y luminosidad al interior, y según su propietario la parte más difícil de la modificación fue la posterior, defensa trasera incluida. También toda la parte electrónica tuvo su dificultad, teniendo que reprogramar diferentes módulos y ECU.
Finalmente, y una vez terminados los trabajos, se procedió a pintar la carrocería del coche (el vano motor ya había sido retocado y pintado antes de implantar el nuevo V8).
El resultado, a la vista está en las imágenes: creo que su dueño se puede sentir bastante orgulloso después de todo el trabajo. Desconozco el importe de toda la modificación, pero seguro que no ha sido nada asequible.
¿Se animará BMW a comercializar, por fin, un BMW M3 Touring sobre la próxima generación F30 del Serie 3?
Vía: M3 Post